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carnada
El artista brasileño (Alex) Carnade tiene un estilo poderoso y evocador, resultado de extensos estudios personales de varios movimientos artísticos, incluido el expresionismo, así como estilos modernos y clásicos.
Su obra se elabora sobre bases realistas, migrando a pinceladas vigorosas y un uso intenso de dedos y espátulas, buscando crear una yuxtaposición entre delicadeza y agresividad. Carnade se deja llevar por su lado instintivo y visceral, construyendo sus obras en una explosión de sentimientos sobre papel, tela y paneles. Es aquí donde sus instrumentos (que van desde el aceite hasta los desechos de papel) se fusionan en la construcción de formas de aspecto humanoide, cada una de las cuales muestra algún tipo de desfiguración facial, la marca del trabajo del artista.
Con antecedentes en ciencias ambientales, Carnade es especialista en cambio climático y conservación de la naturaleza. Su pasión por esto se puede ver en algunas de sus obras. Es por eso que a menudo elige trabajar en papel y materiales reciclados.
En 2019, dos de sus obras fueron exhibidas en la “Exposición Contemporánea de Artes Visuales” en asociación con la Bienal de Curitiba, el mayor evento de arte contemporáneo del sur de Brasil.
Intento no pensar demasiado en la elección del tema. Algo capta mi atención, y confío en la cualidad del proceso “Primer pensamiento, mejor pensamiento”. No necesito estar en un estado mental especial para pintar, mi experiencia es que cuando pinto, soy conducido a un estado mental especial. Puedo hablar de esto como "estar en la zona" o, absorción sin preocupaciones, o gracia. En este estado mis ansiedades y una sensación de distanciamiento se suavizan. Puedo entrar en un estado de comunión con lo que percibo. Aparece un continuo continuo entre el sentimiento y el objeto sentido. Disfruto de este estado de ser. Casi podría decir que vivo para ella, vivo para estar en ella y para servirla. Para mí, este estado es todo lo que se requiere para realizar un trabajo como creador de arte. Mi diligencia debida solo necesita preocuparse por si soy capaz de acceder a este estado del ser o no. Dentro de él todas las consideraciones: técnicas, estéticas, temáticas, materiales y otras asumen un lugar y una proporción. El todo está en relación con las partes, y viceversa. Se crea un mundo y se presenta frente a todas las demás posibilidades, todas las demás elecciones. Antes, durante y después de la obra surgen pensamientos, asociaciones, yuxtaposiciones e ideas. En un estado despreocupado, estos no se vuelven pesados, sino que asumen el hábito de la tela ligeramente desgastada. Nada está clavado. Las direcciones y el flujo se mueven con facilidad.